Debo confesar que cuando me topé con esta información me sacó una sonrisa. No porque el asunto fuera particularmente algo divertido, pero la idea me pareció curiosa. El 24 de septiembre pasado, en Sudáfrica, se celebró el día de la Herencia Cultural, momento en que se festeja la diversidad cultural de la enorme nación africana. Una de las tantas formas de celebrarlo es haciendo, como decimos en Chile un asado, o barbacoa. Y es así que para festejar como se debe, se creó -especialmente- un mapa que muestra los mejores lugares para asar carne al aire libre alrededor del país (como muestra la fotografía).
El día de la herencia cultural es una celebración post-Apartheid con raíces tribales. Antes de 1995, el 24 de septiembre era llamado “El día de Shaka” en honor al rey Zulú que logró unificar los diferentes clanes de la etnia Zulú en la preciosa región de Kwazulu Natal (También conocida como Zululandia), al Este del país. Ya en democracia, el entonces presidente Nelson Mandela lideró el cambio de nombre para expandir la festividad a todos los habitantes del país y celebrar, cada uno, de acuerdo a su origen y cultura.
En el año 2005, el afrikáner Jan Scanell (también conocido como Jan Braai) propuso la idea de celebrar ese el día nacional del Braai o día nacional del asado. Braai es la palabra afrikáner para decir barbacoa, que ha traspasado fronteras por ser una especialidad muy características de la comunidad afrikáner. Es sin duda un “deporte”, un estilo de vida para muchos (o la mayoría de ellos). Y aunque la iniciativa de Scanell no ha estado exenta de polémicas, por la tensión racial que todavía se vive en el país, no hay duda que el asar carne es una actividad transversal a la cultura a lo largo de la nación.
Los años que viví en Pretoria disfruté muchísimo esta festividad. Es un día que pone en contacto culturas, la gente viste sus trajes tradicionales en los lugares de trabajo y por supuesto un olor maderoso recorre las calles de los que celebran con un Braai.
Más información sobre este día (En inglés)
Sigue a la bloguera sudafricana Meruschka Govender en la ruta de la herencia cultural.
El único e irrepetible Braai Boy.
LS